A los cinco años, la pequeña Rosita y su madre se mudaron de Juncos, Puerto Rico, a la ciudad de Nueva York. En su nuevo y desconocido entorno, Rosita solo tenía los recuerdos de su idílica vida en la isla y el baile como su mejor y único amigo. Con la incansable ética de trabajo y la pasión que lleva dentro, Rosita siguió bailando hasta llegar a la fama como la icónica cantante, bailarina y activista: Rita Moreno. A pesar de los obstáculos que enfrentó como minoría en su camino autodidacta hacia el estrellato, Rita emergió como la única estrella de cine puertorriqueña en la Edad de Oro de Hollywood. Desde sus deslumbrantes actuaciones en musicales de fama mundial hasta sus interpretaciones en el escenario de Broadway, Moreno cautiva al público con su amplia gama de papeles que interpreta con honestidad, poder y pasión. Es la rara ganadora de los codiciados EGOT, los premios más prestigiosos de Estados Unidos en televisión, música, cine y teatro. Rita también recibió la Medalla Nacional de las Artes, el máximo galardón que se otorga a artistas y mecenas del arte, y la Medalla Presidencial de la Libertad, el máximo galardón civil de los Estados Unidos. A través de su arte y su voz, abrió el camino para que otras latinas contaran sus historias auténticas en el mundo del espectáculo y es una defensora de la justicia social y los derechos humanos. "Simplemente una chica que decidió intentarlo", Rita Moreno es una expresión sin límites de coraje, resiliencia e inspiración.